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RadioRPP |
Este año iniciare hablando sobre un segmento de mercado que existe en todo el mundo pero que tiene rasgos diferenciadores en nuestra cultura: los consumidores conformistas. El conformismo se puede definir (www.rae.es) como la práctica de quien fácilmente se adapta a cualquier circunstancia de carácter público o privado. Sin embargo, algunos teóricos modernos indican que la conformidad no significa obediencia o sumisión automática, pues "se niega que la conformidad implique inexorablemente una función adaptativa (Kelley & Shapiro, 1954) resultando importante el estudio de los procesos de influencia social (Perez & Mugny, 1985)
(http://sociologia2006.zoomblog.com/archivo/2006/05/09/conformismo.html)
Por lo tanto, un consumidor conformista seria aquel que tolera y consiente alguna situación de consumo como conducta aprendida o por presión del grupo social. No hay que confundir los conceptos de conformismo y obediencia. Ambas (como indican los psicólogos) son conductas actitudinalmente aprendidas. Dependen, fundamentalmente, del estilo de crianza al que son expuestas las personas. En la cultura mexicana, los adultos tienden a criar con actitudes de sobre-protección fomentando el desarrollo de personalidades de mucha dependencia emocional y mucha conformidad como virtud de "buen hijo/a" (Vázquez, 2004) reforzando la actitud de aceptar o conformarse con cierto orden social como forma de obediencia.
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CNNExpansion |
La idea de este artículo es entender que el ser un consumidor conformista no garantiza un beneficio para él mismo y para la organización de la que adquiere sus bienes y servicios. Por ejemplo, ¿qué hace usted si le falta alguna pieza al juguete que le trajo Santa o los Reyes Magos a su hijo? ¿Acaso les escribe una carta y les reclama? O solo dice, ni modo así venia. ¿Qué hace usted cuando en su cena en un restaurante se encuentra un cabello? ¿Se queja? o como ya me han dicho algunas personas que así actúan, solo lo hace a un lado y sigue comiendo.
Si bien, en 1986 en México teníamos que consumir lo que se producía (no había apertura de mercado). No teníamos opciones de compra. Ahora a 25 años hay muchas empresas están trabajando para dar su mejor cara a sus clientes. No obstante, esto sucede en lugares donde la competencia generalmente es agresiva y los consumidores usan su “poder” de compra. Si usted no se queja o reclama, la compañía jamás sabrá que apartó un pelo de su comida. Es probable que se lo diga a todo el mundo (boca en boca) reduciendo las ventas de dicho restaurante sin darles la oportunidad de mejorar su servicio. Esto no justifica que te den un mal servicio. La compañía debe de tener la capacidad de escuchar a sus clientes. Por ello hay que utilizar el poder del consumidor (consumer empowerment). Definido como un estado mental suele ir acompañado de un acto físico que permite a un consumidor o un grupo de consumidores para poner en práctica sus propias decisiones a través de demostrar sus necesidades, deseos y demandas en su toma de decisiones con otros individuos o cuerpos de organización en el mercado (http://www.marketresearch.com).
Lo invito a que inicie este 2011 siendo un consumidor NO conformista y utilizando su “poder” para contribuir con la mejoría de los bienes y servicios que le ofrecen en este país. (http://elpoderdelconsumidor.org).
¡Feliz año 2011!
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